viernes, 20 de febrero de 2015

LAS CUEVAS DE TAULABE:

LAS CUEVAS DE

 TAULABE.
Como las muchas cuevas, el interior de Taulabé es húmedo y caluroso. Gracias a los juegos de luces que se instalado han, el visitante goza de la un escenario casi mágico, donde la admiración por la naturaleza se funde con respeto silencioso. Y aunque se desconoce la longitud total de la cueva, los muchas las personas han llegado un calcular en unos 11 kilómetros su profundidad.
Sin embargo, he aquí nadie sabe con exactitud ni cuan peligrosa puede ser. Este es un exclusivo trabajo para los espeleólogos, científicos estudiosos de las cuevas cavernas y. sin embargo, para cualquier persona es fácil recorrer los primeros setecientos metros que han sido acondicionados para el turismo.
Estalactitas y estalagmitas se han creado a lo largo de miles de años, con formas que ahora queremos identificar como el "ala de ángel" o "el buda".
Sabemos poco sobre el origen y formación de las cuevas, cavernas y oquedades o abrigos en las rocas, pero los estudiosos han podido determinar. Con certeza, para muchas de las culturas indígenas precolombinas, estos monumentos naturales no solo servían de refugio o habitación. Sino que también  tenían una connotación religiosa y es que, las cuevas eran puertas o entradas al inframundo, según ellos; ese mundo subterráneo en donde Vivian los muertos, los monstruos y los dioses de la oscuridad. Por ello, es muy común encontrar en ellas, vasijas u otras ofrendas fúnebres depositadas por los dolientes de algún difunto.
Las cuevas de Taulabé monumento natural de la nación. Vale la pena visitarlas e internarse en un mundo muy pocas veces visto. La entrada tiene un precio realmente accesible todo para público, pero conocerlas, simplemente no tiene precio.                                                                                              
EL MÍTICO HANNEMAN Y LAS CUEVAS DE TAULABÉ  Según los relatos de los pobladores de Taulabé, en 1972, un llamado pirata aéreo William Hanneman asalto un banco en estados unidos, de donde sustrajo 250 mil dólares y, tras secuestrar una avioneta, la hizo venir hasta honduras, haciéndola aterrizar en la ceiba.     
                                        Dicen que un amigo suyo lo trajo un esconderlo en estas cuevas, pero, a causa de la recompensa que ofrecían, el mismo lo delató a la policía estadounidense, lo vinieron a arrestar, pero el dinero nunca fue encontrado", relata Orlando López, uno de los vecinos más antiguos del lugar. 
Atraídos por la posibilidad de encontrar el dinero, una gran cantidad de personajes se han adentrado en las cuevas en busca del tesoro, pero al final, desistiendo terminan, porque, aparte de dañar las formaciones minerales, solamente se han encontrado con una gran cantidad de murciélagos. No obstante, aunque muchos se convencieron de lo contrario, la esperanza de que el dinero siga escondido algunos personajes mantiene como un pecado separarse del lugar, "yo sé que ese dinero algún día aparecerá, y espero ser yo quien lo encuentre", uno de los dados los guías.

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